La simulación clínica, la innovación tecnológica y la experimentación científica despertaron el interés de los visitantes.
El Centro de Simulación Clínica de la Facultad de Medicina, SIMUV, el Laboratorio Experimental de la Facultad de Ciencias y el FabLab de la Facultad de Ingeniería fueron algunos de los principales atractivos de la Expo UV, congregando gran parte del interés de secundarios e incluso de universitarios que visitaron la muestra.
Al igual que en años anteriores, la Facultad de Medicina dispuso en su módulo algunas unidades pertenecientes a su Centro de Simulación Clínica. De estas últimas, la que más atención concitó entre los secundarios fue el escenario de un paciente hospitalizado por infarto agudo al miocardio, caracterizado por un fantoma robótico conectado a equipos de ventilación mecánica.
“Encuentro que la simulación clínica es un método súper bueno y completo, que me ayudó para ver cómo hoy se enseña y cómo vamos a trabajar quienes, como yo, quieren estudiar Enfermería”, confesó Javiera Pacheco, alumna del Colegio Capellán Pascal de Viña del Mar. En el lugar también fue habilitado un ecógrafo mediante el cual los alumnos pudieron observar el estado de un feto y, de paso, aprender sobre el estado gestacional de una mujer embarazada, y un equipo para exámenes radiológicos.
“La idea de exhibir algunas unidades de este tipo tiene que ver con que los escolares puedan apreciar la diversidad de metodologías innovadoras que en la actualidad utilizamos en la formación de las distintas carreras del área de la salud. Ésta considera distintos escenarios de simulación clínica orientados a estimular las competencias que los estudiantes de pregrado tienen que desarrollar para transformarse en los profesionales de excelencia que hoy egresan de la UV”, explicó la profesora Carolina Ruiz-Tagle, enfermera especialista en simulación clínica.
Ciencia experimental
Trasladar el laboratorio a esta feria vocacional fue uno de los desafíos de la Facultad de Ciencias. En ese marco −y en un espacio de 70 metros cuadrados− los escolares pudieron experimentar con la manipulación de nitrógeno líquido, que permite congelar diferentes estructuras moleculares a temperaturas que bordean los 195 grados bajo cero, y también tuvieron acceso a los nanomateriales y observar células de riñón y de tejido hepático. A esto se suma la posibilidad de entender la física de los cuerpos celestes, inferir conceptos estadísticos a través de lúdicas dinámicas y comprender las matemáticas por medio de trucos de malabarismo.
El profesor de la carrera de Licenciatura en Ciencias mención Biología o Química Diego Sierra, académico del Instituto de Química y Bioquímica de la UV , destacó que “este año tratamos de ser un poco más innovadores mostrando a los estudiantes algunos fenómenos entretenidos, para que se motiven a estudiar una carrera científica. El objetivo es dar a conocer que estudiar ciencia no es aburrido. No somos ratones de escritorio que pasan todo el día encerrados en cuatro paredes, sino que tenemos la posibilidad de tener este tipo de experiencias”.
Los estudiantes valoraron la muestra. Vicente Martínez, del Liceo San Isidro de Quillota, indicó que “es la primera vez que vengo, fue muy grata la acogida en esta Facultad. Me interesó la carrera de Licenciatura en Ciencias, en la mención Biología. Ahí el encargado me explicó las áreas que abarca la carrera. Me dijo que era una de las pocas carreras que se basa principalmente en la investigación científica e ir buscando algo más allá de lo común y eso es principalmente lo que me atrae y lo que me interesa estudiar”.
La alumna Malén Tripallán, estudiante del Liceo Bicentenario de Viña del Mar, señaló que “aquí te entregan toda la información que uno está buscando. Me interesaba todo lo que es ciencia y física, así que encuentro que aquí son súper bien preparados en eso”.
FabLab UV
Considerado un espacio creativo interdisciplinario, el FabLab concentró la atención de secundarios y universitarios con su impresora 3D y las posibilidades de desarrollo de proyectos e iniciativas de innovación.
Juan Carlos Vergara Astudillo, alumno del Colegio Bicentenario Viña del Mar, señaló que “fue una experiencia entretenida y bastante útil, ya que sin importar la carrera en que uno esté, se puede venir igual a inventar cosas para enfrentar de mejor manera los estudios”.
En tanto, Diego Espinoza, del mismo establecimiento educacional, indicó que “es una instancia muy atractiva y abierta a la comunidad. Eso permite que personas con ideas nuevas y que quieran innovar en muchos campos puedan participar del FabLab, a pesar de no haber ingresado a la UV y eso me parece muy bueno”.
Similar fue el caso de los universitarios. Constanza Rodríguez, de Nutrición y Dietética, explicó que “el FabLab es un espacio interesante que puede servir de mucho, es muy entretenido y creativo”. Su compañera de carrera, Paula de la Barra, dijo que “es como abrir las puertas, tiene muchas herramientas”.
Mientras que Daniela Jaramillo, de Diseño, agregó que “es útil para materializar nuestras ideas y proyectos, ya que brinda muchas más posibilidades. Debería haber más alumnos que se interesen en participar”.
